Signos de Malignidad en Niños

 


 

 

Signos de Malignidad en Niños

Humberto Lugo-Vicente MD*

 

 


 

Se diagnostican aproximadamente 400,000 casos de malignidades en niños anualmente en los Estados Unidos. En el mundo se estima que uno de cada dos casos de cáncer en niños entre las edades de 0-14 años nunca llegan a diagnosticarse. A diferencia de los riesgos consabidos asociados al cáncer en el adulto como tabaco, alcohol, obesidad y otros, en el niño la genética cromosómica y defectos estructurales órganos del cuerpo son la causa principal del desarrollo de una malignidad en la edad pediátrica. En el adulto los cernimientos médicos como endoscopias seriadas, exámenes de imágenes, pruebas de sangre, y hasta pruebas de malignidades pueden ayudar a detectar un cáncer en su etapa temprana. Esa ventaja no existe en la edad pediátrica. Esto implica que hay que estar bien vigilante de varios signos y síntomas presentes en el niño que puedan alertar al médico sobre la presencia de una malignidad. Estos son los siete signos cardinales que deben estudiarse lo antes posible, si el niño los presenta:

1- palidez, moretones o cardenales, sangrado espontaneo no asociadas a trauma, dolor generalizado en los huesos. Estos signos están asociados muchas veces a malignidades de la sangre como leucemia o linfoma. En una prueba de sangre sencilla (CBC) se pueden ver alteraciones en el contaje de células blancas, rojas o plaquetas.

2- masas o hinchazones no-dolorosas en áreas del cuerpo no asociadas a fiebre u otro signo de infección. Estos signos pueden estar asociados a una malignidad en el cuello y/o extremidad como linfoma y tumores de musculo como el rabdomiosarcoma respectivamente. El crecimiento no-doloroso de un testículo en un varón escolar puede estar asociado a un tumor maligno.

3- pérdida de apetito y peso inexplicable, fiebre y sudoración durante las noches, tos persistente, dificultad para respirar. Pueden estar asociados a leucemias, linfomas, tumores en el pecho o mediastino. Una placa de pecho puede reflejar la presencia de un tumor en el pecho.

4- cambios en el tamaño de la pupila del ojo, perdida visual momentánea, moretones e hinchazón no dolorosa alrededor de los ojos. Pueden estar asociados a tumores en el cerebro, y hasta cáncer en la glándula adrenal como el neuroblastoma.  

5- crecimiento anormal y no-doloroso de la panza (barriga). Estos cambios pueden estar asociados a tumores en los riñones como el nefroblastoma, en el hígado como el hepatoblastoma o en la glándula suprarrenal como el neuroblastoma. De por si estos tres tumores son los tumores sólidos más comunes que encontramos en infantes y niños pequeños. En el caso de las féminas en su etapa de adolescente el crecimiento del abdomen puede estar asociado a tumores de ovarios. En estos casos el ultrasonido de abdomen es la pieza inicial de diagnóstico.

6- dolor de cabeza persistente, severo, asociado a vómitos temprano en la mañana, o que se pone peor durante el día. Son signos clásicos de que hay un aumento en la presión intracraneal posiblemente causado por una masa tumoral que ocupa espacio en el cerebro como gliomas, astrocitomas, meduloblastoma, ependimoma, meningioma y otros.

7- dolor en una extremidad o hinchazón de un hueso de la pierna sin evidencia de trauma o signos de infección. Este signo puede estar asociado a un tumor de hueso característico que ocurre en los huesos largos como el fémur, tibia o fíbula conocido como osteosarcoma. 

 

Si su niño presenta algunos de estos signos o síntomas descritos anteriormente es sumamente importante que lo lleve lo antes posible con su pediatra o medico primario para que se le puedan hacer estudios de sangre e imágenes conducentes a un diagnóstico temprano. Los resultados finales del tratamiento de malignidades en niños ya sea usando cirugía, quimioterapia, radioterapia, manejo genético u inmunológico dependen del estadio en que se diagnosticó la condición. Mientras más avanzado el estadio de la enfermedad, peor es la sobrevida.

 *El autor es profesor de cirugía pediátrica del RCM y miembro del grupo de oncología pediátrica (COG). (787) 340-1868. 

 

 

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