A través del tiempo…

 


Cada día reflexiono sobre mi destino,

cuando ella ya no respire,

qué será de mí.

 

¿Y qué será de ella cuando mi aliento se apague?

En ese instante comprendo que sigo vivo,

y ella también.

 

Adoptaré un fiel compañero,

le daré el nombre de mi amor eterno.

Tramaré en palabras,

un relato impregnado de nuestro amor.

 

Recorreré las imágenes,

los bellos momentos compartidos,

en la danza de nuestra existencia conjunta.

 

Hasta que, al final del sendero,

deje de exhalar vida,

y mi aliento efímero me conduzca de nuevo a encontrarla,

en los rincones más recónditos del más allá...

 

Así, el amor descubrió su valía,

 pues en su esencia se encuentra

 la única razón divina,

 la cual nos merece esta vida.

 

 

--titolugo@mmxxiv

 

 


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