Dialogo Agónico

 

Actores:

PP – Persona en el Poder

TY – Tu o Yo

 

Dialogo:

PP: ¿Cómo te atreves a emprender eso por tu cuenta?

TY: Como alguien que se ve en tu espejo...

PP: ¿Pero por qué no nos pediste que te apoyáramos en tu representación?

TY: Porque pienso que tengo la capacidad de hacerlo por mí mismo...

PP: ¿Eres consciente de que te arriesgas a no ser reconocido por tu labor? Ni siquiera un ascenso en tu carrera, o nuestra ayuda en la promoción de tu trabajo.

TY: No tenía la certeza de que eso fuera a ocurrir...

PP: Ese es el costo de desviarse del camino establecido...

TY: Entonces, tendré que ajustarme a aquellos que piensan diferente a mí...

PP: No habrá represalias directas, pero no formarás parte de nuestro selecto círculo académico...

TY: Esa exclusión en sí misma es una forma de represalia...

PP: Lamento decirte que somos un grupo de académicos distinguidos, valoramos el trabajo en equipo y no aceptamos a cualquiera que nos diga cómo hacer las cosas...

TY: No llegué aquí para cambiar las reglas, solo para aportar mi grano de arena...

PP: Nadie va a prestar atención a tus escritos. Nosotros, tus colegas, nos aseguraremos de ello.

TY: No me preocupa. Si al menos una persona lee lo que he escrito, me doy por satisfecho.

PP: ¿Acaso careces de ambición?

TY: Al contrario, mi vida está llena de ambición, pero equilibrada entre el ego, el id y el superego.

PP: Te consideras invulnerable, ¿no es así?

TY: No invulnerable, pero sí incorruptible.

PP: ¿Estás sugiriendo que hay corrupción en nuestro sistema?

TY: No sugiero nada; simplemente veo cómo desechan talentos sin siquiera aprovecharlos.

PP: Te hemos observado desde que iniciaste la revista digital en 1993...

TY: Sí, aquel entonces cuando pocos creían en el potencial de una revista digital...

PP: No pienses que por haber escrito más de 1500 artículos en tu subespecialidad eres superior...

TY: Siempre hay más por aprender, pero el tiempo es un recurso limitado en mi vida...

PP: Ninguna de las asociaciones médicas valoró tu trabajo como merecías...

TY: Pero leyeron y aprendieron de él...

PP: Salvaste el Boletín de la Asociación Médica de Puerto Rico, pero nadie lo reconoce...

TY: Fue un desafío que enfrenté solo. No necesitaba compartir esa carga... disfruté cada edición publicada.

PP: Ninguno de los innumerables estudiantes de medicina o residentes de cirugía que enseñaste asistirá a tu homenaje, aunque quizás algunos vayan a tu funeral...

TY: Mi destino fue enseñar; el suyo, aprender...

PP: Tampoco los incontables niños que curaste sabrán de tus logros...

TY: Mi objetivo era curarlos, aliviar su dolor o mejorar sus vidas, no buscar reconocimiento. Me siento plenamente satisfecho con lo logrado...

PP: No pienses que por homenajearte eres el mejor...

TY: El momento para homenajes pasó inadvertido en mi vida...

PP: ¿Así que te crees mejor que todos nosotros?

TY: Ni mejor ni peor, simplemente otro en el camino...

PP: Lo que importa es que, en tu partida hacia el más allá, haremos propaganda con lo que has escrito durante años...

TY: A estas alturas, eso ya no me importa. Lo que escribí permanecerá, eso es lo que cuenta...

PP: Te deseamos suerte en la próxima vida...

TY: Y yo les deseo que cuando vean a un romántico intelectual empezar su camino, no esperen a que la muerte llame a su puerta para reconocerlo. Para entonces, ya será demasiado tarde...

PP: ¿No asistirás a la conmemoración de tus obras y tu vida?

TY: No, creo que la disfrutaré desde el más allá. Ahora no es el momento para tales frivolidades...

PP: ¿Te consideras una figura importante?

TY: En otro tiempo lo creí, pero ya no...

PP: Nos veremos en la otra vida, entonces...

TY: Será...

EXPLICACIÓN

En un austero salón donde resuenan ecos de erudición, dos figuras debaten entre sombras y luces de la academia. La primera, una autoridad imponente, Persona en el Poder (PP), se enfrenta a una figura desafiante, Tu o Yo (TY), cuyo rostro refleja una mezcla de desafío y serenidad.

PP inicia con una voz cargada de incredulidad y autoridad: "¿Cómo te atreves a emprender eso por tu cuenta?" TY responde con calma, su tono refleja una confianza tranquila pero firme: "Como alguien que se ve en tu espejo..." La conversación se despliega como un juego de ajedrez intelectual, donde cada movimiento es tanto una defensa como un ataque.

PP cuestiona la decisión de TY de no buscar apoyo en su empeño, a lo que TY replica con su convicción en sus propias habilidades. El debate se sumerge en las profundidades de la ambición, el reconocimiento y la integridad. TY, firme en su camino solitario, se mantiene imperturbable ante la advertencia de PP sobre las consecuencias de alejarse de las normas establecidas.

Las palabras de PP son como dardos envenenados, intentando desestabilizar a TY con la amenaza de exclusión y ostracismo. TY, sin embargo, ve en esta exclusión una represalia velada, un reflejo de la rigidez y la corrupción del sistema que PP representa.

El diálogo se intensifica, revelando la historia de TY: un pionero en el mundo digital, un erudito subestimado, un maestro y sanador cuyos logros permanecen en la sombra del anonimato. A pesar de esto, TY se mantiene firme en su propósito, encontrando satisfacción en el mero acto de enseñar, curar y contribuir, sin buscar reconocimiento.

El intercambio culmina en un enfrentamiento de ideales. PP, aferrado a las normas y al reconocimiento post mortem, contrasta con TY, cuyo espíritu libre y desapegado de la fama terrenal revela una sabiduría profunda y un desafío a las convenciones. El encuentro termina con una especie de tregua filosófica, cada uno permaneciendo inquebrantable en su propio camino hacia la verdad y el legado.

--titolugo©mmxxiv