Luces en el umbral de la eternidad…
El sendero celestial se inicia con un solo paso. En cuestión de instantes, cuando el alma se desprende del cuerpo, se despliega un oscuro túnel que se abre ante nosotros. Al final de este pasaje, se vislumbran numerosas luces, tantas como almas que esperan al otro lado. Son aquellos que han transitado antes que nosotros, buscando fusionar todas esas luces en una magnífica energía unificada. Al liberarnos de este cuerpo, avanzamos hacia otro lugar, guiados por una afinidad energética, donde podemos reunirnos con nuestros seres queridos. Aquellos a quienes implorábamos ayuda en momentos de agotamiento y lamento mientras estábamos en la vida terrenal. He caminado hacia ese umbral y regresado en varias ocasiones. En cada viaje, tengo la tarea de regresar hasta que las huellas de mi vida pasada estén en armonía. Es entonces cuando el sendero se vuelve más claro. Es como si tengo muchos asuntos sin terminar cuando ya todo está en orden. El efecto fugaz del relámpago me...